Como les decía en el primer artículo de esta trilogía titulado Pan, circo, borregos…y llaveros satánicos I quiero mostrarles el presente.

La selectividad fue implantada y en algunas carreras también los numerus clausus…¿realmente ha significado progreso? ¿Ha servido para controlar el numero de personas que entran en nuestras universidades?

Tan solo hay que leer la última noticia sobre los exámenes de selectividad.

El 97,7 % de los valencianos aprueba la Selectividad 2014

El 97,7 % de los estudiantes de la Comunitat Valenciana que se han presentado a la convocatoria de junio de las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU) han superado los exámenes, lo que supone un 1,6 % más de aprobados que en las pruebas del curso pasado.

¿Qué pasó con la durísima prueba de selectividad que era nuestra archienemiga (de los estudiantes)?

Mis amigos profesores universitarios sin embargo me cuentan que no tienen mas de un 30% de aprobados en sus asignaturas…y ellos mismos cuentan que sin embargo el nivel que exigen ha ido bajando paulatinamente. ¿Quién miente?

El informe PISA, el estudio que se hace a nivel mundial sobre los conocimientos académicos por países nos da 477 puntos, significativamente por debajo de la media de la OCDE (500 puntos).

Y no os creáis que estar entre la media de la UE nos convertiría en mas listos, fijaros porque Samsumg, Kia, Hyunday, etc, son de donde son.

En algo estamos entre los primeros claro…salvando las distancias con los israelíes.

¿Qué le pasa a nuestro sistema educativo? ¿Como puede ser que aquella durísima selectividad sea aprobada por el 98% de los alumnos…de alumnos mediocres según PISA?

Y mas preguntas…¿por que era malo para los estudiantes la implantación de los «numerus clausus«?

Como la traducción al castellano de la frase «numerus clausus» nos indica, el limitar a un numero la cantidad de alumnos admitidos en ciertos estudios universitarios debería ser lógico. Y limitar esas plazas a los mas preparados debería ser fundamental para construir un país con futuro. Pero no fue así, se dejó manga ancha y la mediocridad entro de par en par en las universidades españolas…universidades que se preguntan porque no están incluidas en la lista de las mas prestigiosas. Menos plazas siempre significa una dedicación mayor por parte del profesorado y un numero menor de profesores implica poderles pagar mas y elegir a los mejores.

Pero me da que nuestras universidades son un nido de castuzos de todos los colores del espectro político.

En vez de crear una universidad pública, objetiva y de alta calidad hemos creado universidades privadas donde «se pueden comprar los títulos».

La cuestión es sencilla, previa burbuja inmobiliaria interesaba tener a los jóvenes «entretenidos» en la universidad aunque jamás se crease el puesto de trabajo donde encajarían sus estudios en el futuro. Eso si, por el camino se perdieron todas las industrias que poseía el país heredadas del franquismo. ¿En que hemos empleado a esos jóvenes JASP formados en los 90?

Pues mayoritariamente son nuestros funcionarios, muchos de ellos imprescindibles y otros cientos de miles que simplemente desarrollan trabajos anodinos en despachos burocraticamente grises.

Les dimos pan. No por crear un país mejor, tan solo por dar patadas hacia adelante. Tenemos miles de científicos en España, tenemos cientos de miles de nuevos emprendedores, pero no hemos sido capaces de crear nada novedoso, nada que nos catapulte hacia el futuro.

Solo cemento, cemento y ladrillos…¿ven la burbuja?

Por favor el que no haya visionado esta pequeña obra de arte del Sr. Salo en formato de dibujos animados no debería considerarse hispanistani…

Eso sí, entre crisis y crisis fuimos ganando Eurocopas y Mundiales de fútbol.

Continuará mañana en Pan, circo, borregos…y llaveros satánicos III y les prometo que el final trae muchas curvas…

Cualquier donativo será bienvenido.

Mi gratitud por anticipado.

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