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01 Blasco, un alfil del poder

Bienvenidos a un programa que hablará sobre historia, concretamente sobre lo que se esconde detrás del escritor Vicente Blasco Ibáñez, que por si no lo sabían fue bautizado y registrado en la Iglesia de los santos Juanes con el nombre de Vicente Antonio Juan y para ello empezaremos con una cita del libro de Milton William Cooper, «He aquí un caballo pálido”:

“No creo en el destino. No creo en los accidentes.
Ni puedo ni quiero aceptar la teoría de que largas secuencias de accidentes no relacionados determinan los acontecimientos mundiales. Es inconcebible que los que tienen el poder y la riqueza no puedan unirse con un lazo común, un interés común y un plan a largo plazo para decidir y dirigir el futuro del mundo. Para aquellos con recursos, hacer lo contrario sería totalmente irresponsable.
Creo, pues, que se está jugando una gran partida de ajedrez a unos niveles que apenas podemos imaginar, y nosotros somos los peones. Los peones sólo son valiosos en determinadas circunstancias y a menudo se sacrifican para obtener una ventaja. Cualquiera que haya estudiado estrategia militar está familiarizado con el concepto del sacrificio. Los que hayan estudiado seriamente la historia probablemente habrán descubierto la verdadera razón por la que hacemos la guerra de forma regular.”
Vicente Blasco Ibáñez nació en la calle Jabonería Nueva en Valencia el 29 de enero de 1867. Pero Libertad Blasco, la hija de Blasco Ibáñez, dice que nació el dia 28. Otra versión es la que aparece en la biografía publicada en 1977 por Pilar Tortosa, una familiar cercana a Blasco Ibáñez, donde se sugiere que la fecha correcta sería el 27 de enero.


Con solo doce años empezó a escribir. A los catorce ya tenía su primera novela.
Ingresó con 21 años en la masonería el 6 de febrero de 1887 adoptando el nombre simbólico de Danton. Blasco adoptó el nombre de Danton, en homenaje al abogado y político francés Georges-Jacques Danton, que jugó un papel decisivo en la Revolución francesa.
Formó parte de la Logia Unión nº 14 de Valencia y posteriormente de la logia Acacia nº 25.

Abandonó supuestamente la masonería en 1904 tras ser diputado durante siete legislaturas porque en uno de sus incendiarios discursos parlamentarios arremetió contra las fuerzas del orden por haber recibido un golpe de sable en la espalda en una manifestación, y llamó «tenientillo sinvergüenza» al supuesto ejecutor. Solo había tres tenientes que el día 22 prestaron servicio en la Carrera de San Jerónimo, y entre ellos echaron a suertes retar en duelo al famoso escritor y diputado Republicano.

El enfrentamiento se desencadenó entre el teniente Alestuei, un hábil tirador, y Blasco, ambos pactaron encontrarse en una finca acompañados de sus respectivos padrinos. Escogieron un espacio amplio y diáfano, donde, tras alejarse mutuamente dando veinticinco pasos con solemnidad, se desafiaron con sus armas. En el primer disparo, ninguno acertó su objetivo. Sin embargo, en el segundo intento, Blasco cayó repentinamente al suelo sin mostrar señales de vida. Al acercarse los padrinos para confirmar su fallecimiento, descubrieron sorprendidos que la bala había impactado en la hebilla del cinturón de Blasco, quedando incrustada en el cuero. Aunque las reglas del duelo prohibían llevar cinturón, al no percatarse el padrino de Alestuei, no hubo lugar a ninguna acción posterior. Blasco abandonó el lugar ileso y con su honor intacto tras hacer las paces con el teniente.

Blasco Ibáñez ya tuvo sus desaires con el Dr Moliner, al cual los masones adulan y cuya estatua estaba muy cerca del ficus donde de la Alameda, y eso fue publicitado por el periódico La Correspondencia militar cuyo director, el sr Fernández Arias fue retado en duelo también.

Curiosamente en el numero 6.699 de dicho periódico del 25 de enero de 1900 podemos leer una escueta nota titulada Cuestión resuelta:


“En una finca próxima á las Ventas ha quedado esta tarde honrosamente zanjada la cuestión personal pendiente entre el diputado á Cortes Sr. Blasco Ibáñez y el director de La Correspondencia militar, Sr. Fernández Arias. Acompañados respectivamente de los señores general Fernández Bernal y Figueroa, y Vinaixa y Estebanez, se encontraron esta tarde en una finca próxima á las Ventas del Espíritu Santo los Sres. Fernández Arias y Blasco Ibáñez. Se proponían estos dos últimos señores probar unas pistolas, como lo hicieron, pero por desgracia hubo un incidente que lamentar. Uno de los proyectiles disparados se alojó en el muslo derecho del Sr. Blasco Ibáñez, poniendo término á los ejercicios que se realizaban. Los doctores Sres. Mitjavilla y Verdes Montenegro procedieron á la extracción del proyectil, operación que se realizó felizmente a la media hora de comenzada. La herida del Sr. Blasco, cuyo proceder caballeroso y correcto merece elogios, por fortuna no ofrece caracteres de gravedad.”
En el capítulo 2 de Barry Lindon de Pedro Bustamante dice que los Illuminati amañan duelos entre gemelos de la misma logia para enfrentarlos. Y es que parece que esta argucia de enfrentar a supuestas izquierdas y derechas para que luego vuelvan a pactar entre si sigue estando de moda. Los duelos de aquella época eran como una especie de reset social para que ambos contendientes pudieran seguir influyendo en su parroquia sin ser atacados por el contrario.


Para él la masonería representaba la luz como podemos leer en un texto extraído del artículo “Las siete vidas de Vicente Blasco Ibáñez”.
“Los hijos de la luz trabajamos completamente solos, y la mujer, ese ser cuyas cadenas hemos roto y a la cual elevaremos a la categoría que le corresponde, nos maldice llena de horror, y el niño, cuyo cerebro pretendemos envolver en los fulgores de la luminosa antorcha de la ciencia, nos contempla lleno de miedo como si fuéramos seres malvados y sobrenaturales.”


El propio Blasco tuvo cinco hijos, fruto de su matrimonio con María Blasco del Cacho del mismo apellido que el escritor, a los que puso nombres tan rotundos como el futuro que deseaba para ellos: Libertad que solo vivió 13 días, Mario, otra hija que volvio a llamar Libertad, Julio César y Sigfrido. Como en otros muchos casos de hombres poderosos su mujer presenta rasgos andróginos.

La historia no es algo lineal.
Algunos de nosotros no nos creemos la versión dominante de linealidad o causalidad donde determinados eventos del pasado provocan otros. Creemos más bien que la historia es una construcción. De la misma manera que se construyen los edificios en las ciudades y en definitiva las sociedades nosotros creemos que la historia es una construcción ritual.
Y todo esto pasa por el papel fundamental de la masonería que es el de la construcción, los masones son los constructores. Y la historia se construye como se construye todo.

Y se construye de manera ritual, trabaja con patrones del pasado que se superponen.
Sobre los que se superponen patrones nuevos. Nuevos que se van construyendo.
Se trabaja con proporciones, con cifras y con símbolos. Con todos esos flujos, con toda esa lógica livinidosa-agresiva de las sociedades que en un momento dado se activan. Se catalizan. Se instigan.
Nosotros no conocemos bien como funcionan esos mecanismos ni el porque de repetirlos una y otra vez vivificando la mitología y la adoración a triadas de dioses de la antigüedad pero sabemos que el número tres “en la cábala judía significa la transmutación de la Energía Creadora y el éxito material y espiritual”.

Hoy hablaremos de uno de esos instigadores, de uno de esos masones, de uno de esos personajes de la historia de los que solo podremos leer cosas buenas, ya que como decía George Orwell “la historia la escriben los vencedores”.
Les contaremos los entresijos de la historia que se ocultan en la extensa biografía de Vicente Blasco Ibáñez, político, duelista, masón, novelista, empresario viajero, periodista y guionista de Hollywood.

¿Se puede cambiar la historia no contando la verdad sino novelándola a gusto de los que mandan en las sombras?
El mismo Vicente Blasco Ibáñez en una carta a María Blasco del Cacho escrita el 6 de septiembre de 1890 decía así:


“Me ha hecho reír mucho lo que me dices de las señoras francesas, del himno de Riego, etc., etc.
Parece mentira que seas tan tonta. ¿No comprendes que un escritor para dar más amenidad a sus escritos ha de poner a veces mentiras y barbaridades?
Si tuvieras que hacer caso de todo lo que yo diga y diré en las cartas buen trabajo tienes pues yo muchas veces pongo una cosa porque en el momento me parece bonita y a los cinco minutos no me vuelvo a acordar de ella hasta que la veo publicada.”
En este trabajo no vamos a referirnos a lo que todo el mundo sabe sobre este prolífico escritor sino a lo que nosotros entrevemos tras analizar a fondo su vida y obra.
Terminaré esta entradilla con una cita de David Icke al que ya saben que nosotros catalogamos como disidencia controlada, pero que en esta cita vemos muy acertado.


“Si usted quiere esconder algo a los pueblos, incúlqueles una manera de pensar que sea la más lejana posible a lo que ocurre realmente, a fin de que, si la verdad es revelada, parezca tan ridícula y fantástica como para que la mayoría no la acepte.
Y en efecto, si usted hace suficientemente bien su trabajo, la gente va a transformar la verdad en algo irrisorio; a decir que es una locura y a ridiculizar a quien intente promoverla.”
Cronología de Vicente Blasco Ibáñez
Cronologia literaria Blasco Ibáñez
….
Capitulo 1
Vicente Antonio Juan: Vicente Blasco Ibáñez. Apuntes biográficos. 01
Las siete vidas de Vicente Blasco Ibáñez
El duelo a muerte de Vicente Blasco Ibáñez
¿Espada o pistola?: Cinco duelos en la vida de Blasco
Desavenencias con el periódico La Correspondencia militar
El duelo descrito en el periódico La Correspondencia militar
Carta de Vicente Blasco Ibáñez a María Blasco del Cacho1
París, 6 de septiembre de 1890
Pueden ver este primer capítulo junto al segundo en este vídeo de Youtube.
También lo puedes encontrar en Odysee.
Blasco Ibáñez, tras el velo. Capítulos 1 y 2 (Odysee)
Y puedes escucharlo en nuestro canal de Ivoox.
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