Ciencia que envenena y amputa cerebros I


En estos dos episodios sobre la ciencia negra les voy a contar dos historias que les dejarán helados, advierto que algunas de las imágenes y vídeos que voy a publicar son fuertes.

La primera de ellas trata de la administración de dosis de plutonio, uno de los elementos considerados mas letales en seres humanos…seres humanos vivos.

Según la agencia medioambiental norteamericana (EPA):

La exposición externa de plutonio representa muy poco riesgo para la salud, ya que los isótopos de plutonio emite radiación alfa, y casi ninguna radiación beta o gamma. En contraste, la exposición interna a plutonio es un peligro muy grave para la salud. Por lo general, permanece en el cuerpo durante décadas, la exposición de órganos y tejidos a la radiación, y aumenta el riesgo de cáncer. El plutonio es también un metal tóxico, y puede causar daño a los riñones.

Pues los científicos decidieron tan solo cinco años tras el descubrimiento de dicho elemento radiactivo que ya iba siendo hora de ver que pasaría si se inyectara dicha sustancia radiactiva en humanos.

Albert Stevens, CAL-1, (código que significaba “primer paciente inyectado en California”) fue la primera cobaya humana

Ya ven la fotografía de la jeringuilla utilizada, simplemente aterradora.

Hay varios libros «científicos» que tratan el tema, siendo el mas completo el que tiene el título de !Inyectados¡ el que describe en toda su aparatosidad y monstruosidad esta serie de experimentos. También hay un estupendo pdf titulado Los experimentos de la inyección de plutonio en humanos que recoge con todo el rigor científico la experimentación en 18 pacientes humanos, entre los que se encontraba un niño, Simeon Shaw, un niño australiano de cuatro años que todo hay que decir  (al igual que el resto de víctimas diagnosticadas con graves enfermedades) padecía un cáncer de huesos previo a la experimentación.

Por supuesto a ninguna de las víctimas le dijeron que estaban experimentado con ellas y que posiblemente la administración de ese plutonio radiactivo agravaría los cánceres que padecían, y los que no padecían…porque algunos como el señor Stevens tan solo tenía una úlcera inflamada.

Esto recuerda otros experimentos llevados a cabo sin consentimiento de los «pacientes» como el blanqueamiento de la piel a través del uso del radio…proyectos de eugenesia en pro de la ciencia, pero ya hablaremos otro día de esto.

artículo propagandístico del periódico New York American ad, dated Sunday, January 10th, 1904

Realmente el primer «paciente» sometido a la inyección de plutonio fue Ebb Cade un trabajador afroamericano que ejercía sus quehaceres en la instalación nuclear de Oak Ridge.

El señor Cade Cade fue secuestrado tras sufrir un accidente de coche y atado a una cama con un brazo y una pierna rotos. Después de determinar que estaba en un estado de salud adecuado, los médicos le inyectaron en secreto 4,7 microgramos de plutonio el 10 de abril de 1945. A este paciente extra nadie lo tuvo en cuenta hasta que uno de los médicos que participó en estos experimentos lo relato mas de 40 años mas tarde.

Pone los pelos de punta leer el informe de 1995 realizado bajo petición del presidente Clinton tras salir a la luz toda esta clase de experimentos en humanos gracias a la intensa y dedicada labor de Eileen Welsome que recibía en 1994 el Pulitzer.

En un articulo que recomiendo leer de la web http://deducimos.blogspot.com.es/ podemos leer:

El informe final de la comisión reveló que las inyecciones de plutonio eran apenas un botón de muestra. Entre las décadas de 1940 y 1970, el gobierno de Estados Unidos consintió y financió cientos de experimentos con radiaciones en seres humanos.
La larga lista incluye inyecciones de uranio, administración de yodo radiactivo a embarazadas y recién nacidos, exposición a grandes dosis de rayos X y agregado de sustancias radiactivas en la leche destinada a una escuela para niños con problemas mentales.

No se crean que solo les gusta jugar con los radioisótopos a los médicos con unos pocos pacientes…hay tratamientos muy peligrosos como el  agente de radiocontraste utilizado en las radiografías de las vías biliares hepáticas entre los años 1930-1940 llamado Thorotrast.

Esta basurilla radiactiva que contenia dióxido de torio se usó entre casi 10 millones de pacientes. Ni que decir tiene que en los años 30 todo lo que fuese radiactivo estaba de moda como habrán podido leer en este blog alguna vez y no se tuvo en cuenta que la vida media de este compuesto radiactivo que emitia radiación lentamente por radiación alfa muy difícil de detectar a un ritmo de reducirse a la mitad cada 22 años.

Muchos cientos o miles de pacientes murieron rápidamente tras esta administración y otros muchos sufrieron un acortamiento de su vida y la aparición de determinados cánceres como colangiocarcinomas, angiosarcomas, carcinoma hepatocelular y fibrosis hepática del hígado.

La película del director danés Nils Malmros , Facing the Truth ( título original danés At Kende Sandheden ) de 2002, retrata el dilema que enfrentó el padre de Malmros, Richard Malmros , cuando trataba a sus pacientes en la década de 1940.

El sábado 1 de noviembre les mostrare otro artículo de experimentación en humanos, en este caso de cirugía craneal en vivo y en directo…

 


Legal disclaimer

 


Cualquier donativo será bienvenido.

Mi gratitud por anticipado.

Ahora he iniciado una campaña de crowfunding en la web GO FUND ME desde allí tenéis una pasarela de pagos segura para poder hacer donativos.

 

Billetera de Bitcoin con número:

372VR9D3rXNyQk7Mg4sd99nyJhTinwUZ5p

CÓDIGO QR:


Legal disclaimer